ALEJANDRA PIZARNIK

Se ha dicho que el  que hace poesía es terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todas las personas  estamos heridas.

ALEJANDRA PIZARNIK

Nace en Buenos Aires el 29 de Abril de 1936. La segunda hija de un matrimonio de emigrantes judíos centroeuropeos.

Alejandra fue la  segunda hija de Elías Pizarnik y de Rejzla (Rosa) Bromiker, ambos inmigrantes judíos rusos. Creció en un barrio de Avellaneda.

Su infancia fue muy complicada. Hablaba el español con marcado acento europeo y tartamudeaba. Tenía graves problemas de acné y una marcada tendencia a subir de peso. Estas eventualidades minaban seriamente su autoestima. La autopercepción de su cuerpo y su continua comparación con su hermana la complicaron de manera obsesiva. Es posible que comenzara por esta razón a ingerir anfetaminas -por las que pronto desarrolló una fuerte adicción-, que le provocaban prolongados períodos con trastornos del sueño, euforia e insomnio.

En 1954, tras el bachillerato, ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Permaneció como estudiante de la Facultad hasta 1957, tomando cursos de literatura, periodismo y filosofía, pero no acabó sus estudios. Paralelamente tomó clases de pintura con Juan Batlle Planas.

Lectora profunda de muchos y grandes autores durante su corta vida, intentó ahondar en los temas de sus lecturas y aprender de lo que otras personas habían escrito. Así se motivó tempranamente por la literatura y por el inconsciente, lo que a su vez hizo que se interesara por el psicoanálisis.

Poeta surrealista argentina, cuya obra resulta una de las propuestas más rupturistas y significativas del Siglo XX.

Ingresa en la Facultad de Filosofía en el año 1954, posteriormente cambia de disciplina  y empieza a cursar estudios en la de Letras en la que tampoco se mantiene durante mucho tiempo, haciendo una breve incursión en la facultad de Periodismo. Alejandra no termina ninguna de las carreras en las que ingresó y en una tentativa por encontrar su verdadera vocación, asistió al taller de pintura de Juan Batlle Planas.

Entre 1960 y 1964 vivió en París, donde trabajó durante un año para la revista Cuadernos para la liberación de la cultura como correctora de pruebas, colaborando con algunas revistas de poesía y literatura americanas y europeas y algunas editoriales francesas, publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, Marguerite Durase, Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona.

En esta ciudad maduró como poeta y escribió el poemario "Árbol de Diana" (con prólogo de Octavio Paz).
Asimismo estableció amistad con André Pieyre de Mandiargues, Octavio Paz, Julio Cortázar y Rosa Chacel.

Cuando regresó a Buenos Aires, publicó tres de sus principales volúmenes, "Los trabajos y las noches","Extracción de la piedra de la locura" y "El infierno musical". Así como su trabajo en prosa ?La Condesa sangrienta?.

En 1968 obtuvo la Beca Guggenheim y viajó brevemente a Nueva York y París. En 1971 recibió también una Beca Fullbright


La obra de Alejandra Pizarnik se remite mayormente a la poesía, influenciada principalmente por el surrealismo y de característica concisa, temática nocturna y angustiada, transparente y muy elaborada.

Se le ha atribuido un romance con la escritora Silvina Ocampo, quien le dedicó Ejércitos de la oscuridad, que redactó en un cuaderno regalado por Pizarnik.

Por causa de sus continuas depresiones y tentativas de suicidio (en 1970 y 1972), pasó semirrecluída sus últimos años.


Para contrarrestar los efectos de las anfetaminas, consumía con frecuencia fármacos para dormir. A los 36 años se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico (Seconal) durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico "Pirovano" de Buenos Aires, donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo.

Faltó tiempo para la gran empresa literaria. Alejandra decía que tenía que escribir una novela y que habría de aprender una nueva gramática para llegar a ese fin que rondaba por su cabeza.

BIBLIOGRAFÍA

La tierra más ajena Buenos Aires: Botella al mar, 1955
La última inocencia Poesía Buenos Aires, 1956. Reeditado en 1976 por Ed. botella al Mar, junto con Las aventuras perdidas
Las aventuras perdidas 1958
Otros poemas 1959
Árbol de Diana Buenos Aires, Sur, 1962
Los trabajos y las noches Buenos Aires, Sudamericana, 1965
Extracción de la piedra la locura Buenos Aires, Sudamericana, 1968
Nombres y figuras Barcelona, Colección La Esquina, 1969
La condesa sangrienta Buenos Aires: Lopez Crespo Editorial, 1971.(Prosa)
El infierno musical Buenos Aires, Siglo XXI Argentina, 1971
Los pequeños cantos Caracas: Árbol de Fuego, 1971
El deseo de la palabra (antología)1975
Zona prohibida Veracruz, México, Ediciones Papel de Envolver, Colección Luna Hiena, 1982.
Textos de sombra y últimos poemas 1982
Los poseídos entre lilas (Teatro)
La bucanera de Pernambuco o Hilda la polígrafa (Prosa)