Médica y feminista holandesa.
Gracias a la mediación de su padre consigue entrar en el colegio local como oyente, ya que en el siglo XIX la educación secundaria, que servía para el acceso a la Universidad, estaba prohibida a las chicas. Su asistencia como oyente le permitirá acceder a los estudios universitarios. Este simple hecho supondrá que más tarde las escuelas secundarias en Holanda admitan a niñas.
Fue la primera mujer en acabar la secundaria, matriculándose en una Universidad, graduándose en Medicina en 1878 y obteniendo el doctorado en 1879.
Durante el verano de 1878 visita Londres y se reúne con otras feministas. .Será entonces cuando conozca a Elizabeth Garrett Anderson, también graduada en medicina desde 1865.
A su regreso a los Países Bajos en 1880, el líder del sindicato general holandés le facilita varias salas en la sede para impartir un curso sobre nociones de higiene y cuidado durante la infancia. Desde entonces ofrecerá atención gratuita en su consultorio dos días por semana para mujeres, niños y niñas indigentes.
Gracias a sus pacientes tomará conciencia sobre la necesidad de encontrar una manera de controlar la natalidad, siendo pionera en su país al introducir y divulgar los métodos anticonceptivos, antes de que lo hicieran Margaret Sanger y Mary Stopes en Gran Bretaña y Estados Unidos respectivamente.
Gracias a sus pacientes tomará conciencia sobre la necesidad de encontrar una manera de controlar la natalidad, siendo pionera en su país al introducir y divulgar los métodos anticonceptivos, antes de que lo hicieran Margaret Sanger y Mary Stopes en Gran Bretaña y Estados Unidos respectivamente.
También se inspirará en el trabajo de feministas de otros países, como las acciones de Sephine Butler, que había luchado en contra de la Ley de enfermedades contagiosas en Gran Bretaña para reducir las enfermedades venéreas en las fuerzas armadas. Igual que Butler, se preocupará por la situación de las prostitutas, a su juicio obligadas a ejercer la prostitución para poder sobrevivir y lanzará una campaña contra la prostitución organizada y contra la trata de blancas.
Gracias a los archivos de los servicios de inteligencia británicos y alemanes se tiene constancia de Jacobs como organizadora del Congreso Internacional de Mujeres celebrado en la Haya en abril de 1915 y al que asistieron más de 1.100 mujeres de diferentes países para hablar de paz, dentro de un contexto bélico en el que el pacifismo creaba controversia; por eso a muchas de estas mujeres no se les permitirá asistir e incluso se las detuvo.
Aletta Jacobs luchará desde muy joven por el derecho al sufragio femenino. Líder de la Asociación para el Voto de la Mujer creada en 1903, será su presidenta hasta la aprobación de la ley. Las mujeres holandesas no obtendrán derechos políticos hasta 1917, momento en el que se les permitirá ser elegidas aunque no votar. Finalmente, la aprobación del pleno derecho al voto femenino no llegará hasta 1919.
Muere en Baarn el 10 de agosto de1929.