
Los detentadores de este poder se identifican por dos rasgos: la impunidad y un enorme poder para moldear, según sus intereses, a la opinión pública; pues, además del poder financiero, militar y político, son los dueños de los grandes medios de comunicación (influyentes empresas de relaciones públicas e industria del ocio incluidas). La impunidad evita la reparación de la injusticia y permite futuros saqueos y matanzas. El lavado de

Se dice de Israel y de EEUU que son estados democráticos. Pero una democracia verdadera no mataría a menores en “legítima defensa” ni utilizaría la guerra con fines electorales. ¿Cómo puede llegarse a esto? En el capítulo de la propaganda,Saramago dice que las palabras no matan, pero ayudan a justificar el crimen Lo de Gaza no son “represalias”, ni “operaciones militares” son “combates cuerpo a cuerpo”. Extraña guerra en la que sólo hay un ejército. Si terrorista es el desesperado suicida, terrorismo de estado a gran escala es lo que practica Israel. Un terrorismo que, a diferencia del otro, es maquillado por los medios y consentido por gobiernos y organismos permeables a las influencias y al poder financiero israelí.
No es posible la paz sin la justicia. La ONU ha de ser una organización verdaderamente independiente, con financiación ajena a las potencias, con un sistema democrático sin derecho de veto, con fuerza moral y efectiva para obligar a los intocables a cumplir las resoluciones y no practicar el doble rasero. En un mundo verdaderamente regido por el Derecho, los gobernantes responsables de crímenes contra la humanidad como los perpetrados en Gaza e Iraq deberían ser juzgados y condenados.
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