Desde que nacemos vamos construyendo nuestro proyecto de vida siguiendo el protocolo según los cánones que marcan los procesos de socialización.
Jugamos precozmente a ser mayores.
Soportamos fobias y filias.
Administramos adherencias postizas.
Dibujamos sobre hojas marcadas a cuadriculas,eso sí con trazos casi caligráficos.
Y de vez en cuando nos sale alguien de espiritu rebelde que se aparta de los convencionalismos y marca su propia estela sin pretenderlo.
Otros se atreven a pintar sueños sobre la brisa que cruza el rostro de cualquier viajero.
Y yo me dediqué a entremeter los dedos para intercambiar cosquillas.
sabía que te gustaría....
ResponderEliminaroh....que pena robar a la infancia la inocencia y la virtud de vivir el segundo ..que pena la influencia del mundo adulto que hace que los niños y las niñas se conviertan en adultos y adultas en miniaturas solo por que asi lo queremos....que pena no respetar esa edad y dejar que los palos de escoba sean caballos durante mas tiempo....
que alegría darnos cuenta de esto..... de que no podemos vivir a este ritmo.....para el mañana, para el despues,para esos quince días...
vivamos cada día de nuestras vidas.....
Que buenooo!! Yo tampoco quiero ser mayor!!Las madres no tenemos ni quince días de vacaciones...pero bueno, VIVAMOS CADA DIA, lo mejor posible.
ResponderEliminaren tu silencio ...tu libertad aparece y lo cambia todo y tus ojos tienen otra mirada, y tu voz tiene otro tono....el de la libertad recien nacida...... y yo muy feliz por ello...
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