Los demonios nos atacan.Sobre nuestra piel se cierne la herencia de milenios.La agresividad y las agresiones coquetean con nuestra civilización y nos acompañan con billete de ida y vuelta,en el recorrido de luces y de sombras.
La agresividad es el preludio de nuestra anulación como seres libres.La agresividad nos salpica con la crítica socarrona que nos destripa nuestra obra,desde este modesta reflexión hasta la paella o la pita que se hizo no se si con buenos resultados pero seguro con cariño.
La agresividad abre sus puertas cuando alguien discrepa,cuando se atreve uno a pensar por su cuenta,cuando nuestra piel se tiñe de otro color o cuando se nos antoja acostarnos con alguien de nuestro mismo sexo,cuando en nuestro cuerpo se dibujan formas poco comunes para los comunes,desde unos kilos de más hasta el estrabismo más suave.
Y eso deja convaleciente a la ternura.
La amenaza o el insulto son otras formas verbales de cargarnos de dolor,¡ menos mal no nos tocan un pelo!. La agresividad se pasea sin contemplaciones por nuestro trabajo ( esto es lo que hay y si no ya sabes ) en el grupo de colegas,en las cárceles,en las relaciones de pareja cuando se convierten en otras cárceles,o en el vecino de enfrente cuando saca a mear a la perra.La agresividad la encuentro sentada en el gesto que nos deja clavados en el sillón,en los silencios intencionados,en las reticencias,en los oidos sordos cuando nos hablan.
La agresividad se vicia en una cultura de poder irracional de hombres sobre mujeres,de menosprecio a los derechos de la infancia y desden a las personas que dejaron crecer el pelo en su cabeza plateada.
Y eso agota la ternura.
Nuestra cultura ha suavizado las formas ,pero no el dolor que produce.Hoy somos más sibilinos pero no mejores seres humanos.
La agresividad se viste en profesionales de la política de poca monta,con el uso mitinero para abrir más la herida por el módico precio del aplauso de aquellas mismas personas que al día siguiente usaran esas formas para dar un puntapies en el trasero de la misma ideología.Las cuitas,las tácticas de campaña,la búsqueda del dardo más letal en los preámbulos de un congreso o de unas elecciones seguirán incrementando la nómina de adeptos a un régimen de cabras y borregos adocenados.No se si con suerte la agresividad política vencerá al contrincante al tiempo que a la libertad misma.
Y eso hace languidecer a la ternura.
Y periodistas y periódicos domésticos para el sistema que sobreviven gracias al " dispara mas alto " llenando los cien cubos de mierda,mirando al otro lado del muro donde la realidad queda ensombrecida.
Y ejecutivos que avanzan al oasis de la trombosis cerebral habiendo pisado a quien se les ponga un poco enfrente. Seguro que llegaran muy alto por su incompetencia no manifiesta.
Por no decir nada del consumo agresivo ,aquel que apuntala sin rubor a la decadente sudadera de la pasada temporada y nos hace sentir antiguos antes de crecernos el incipiente vello bello.
Y eso es un disparo a la ternura.
La agresión se reviste de cuantas formas se antoja,las peores aquellas que dependen de nuestro control y dejamos pasar disfrazadas haciendo el juego a un nuevo carnaval.
Agredir proviene del latin "adgredi" utlizada en la piel de toro ibérica desde el siglo XVI y marca la idea de caminar,ir contra,ir hacia.Luego,como no podía ser de otra forma se tornó militar " atacar en grupo"aunque tambien tuvo una connotación individual.
La historia nos ha hecho ver,pero no enmendar,que la violencia desarrollada por los Estados, las dictaduras en todas sus formas,las aparentes y las encubiertas,las dictaduras que monopolizan el planeta,la dictadura de la crisis económica mundial,la dictadura del mundo feliz de Obama que lanza al vacio más hostil al mundo olvidado bajo las grandes intenciones de interés internacional.
Y eso deja en el lecho a la ternura.
Y las guerras ,más de 60 conflictos olvidados y otros que suenan con sangre como desayuno.Y perdonadme si abuso del tópico.
Y el desequilibrio en el consumo voraz con saqueo despiadado por parte del 20% del todoperoso mundo civilizado impuesto a nuestro planeta.
Y las religiones dividiendo a las personas en fieles e infieles,justos y pecadores ,perdonándonos nuestros disgustos.La historia moral que nos condiciona nuestra vida diaria es una cruzada más bajo el nombre de los dioses.
Y eso nos niega la ternura
Los modelos sociales pactados,los medios de comunicación,la recompensa que obtenemos,el principio del placer aquí y ahora,identificarnos como protagonistas,héroes de mentiras,la vivencia de los conflictos como tensión,las frustraciones permanentes,la exclusión injustificada entre otras son buenas aliadas de la agresividad.
Y eso,se bate contra lo mejor de nosotros mismos : la ternura
y leerte y saber que hay gente como tu, con tu forma de ver y sentir la vida, con tu forma de avanzar y abrir caminos hacia el agua mas azul,eso, eso alimenta y hace sonreir a la ternura.... tenemos suerte, mucha suerte.....
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