SE EQUIVOCO LA PALOMA

Cuando  discurro por mi vida me hago cábalas sobre como actuar en cada circunstancia. Y  aprendo a base de ensayo y error. La historia me enseña y me refuerza determinadas actitudes y por contra me señala cuáles son los actos fallidos. Me muestra rumbos. Y voy atesorando confianza. Y en multitud de ocasiones se  me quiebra por los imprevistos.

Los errores forman parte de mi vida, compañeros de mi ser imperfecto. Se muestran de forma inesperada y dejan al descubierto mi vulnerabilidad. Aún cuando no medien intenciones. A pesar de que lance en otra dirección.

Fallo a los seres que más quiero. Y eso me duele.
Abro heridas, sin querer, que cuestan cerrar. Creo dolor donde había sosiego.
Y no soy capaz de aliviarlo con nada.Y eso me duele más.

Me sitúa en el abismo de perder joyas que guardo con celo y me pone boca arriba toda una filosofía de la existencia.

Y no valen las disculpas, sobran los perdones. Quedan al devenir del ofendido o de la agraviada.

Los errores me  catapultan al desconcierto, me hacen tocar tierra. Ponen a prueba mi calidad de ser humano, me desamparan. Me dejan con el sueño rebelado, la voz entrecortada y el corazón encogido.

Esta noche llora mi alma.

Tan temprano.